Hermoso amanecer, hoy te vi partir desenvainando tu dolor en cada paso que dabas. ¿Esta noche te veré? Un hasta pronto no es suficiente para calmar tus dudas; Dime qué te pasa, dime que te ocurre, puedes contar conmigo, ven, da la vuelta y susúrrame al oído, así como lo hacías tras cada alba, dime que me quieres, dime que me amas, que me necesitas, así como te necesito; Hoy dormiré con el dolor, triste compañero que camina paso a paso con la soledad, esta noche despedazare con furia todos los recuerdos transformados en belleza que por desgracia cada día en los sueños a mi regresan, solo quiero borrar tu huella de mi existencia, deshacerme de todo rastro de tu presencia en mi vida, no quiero dejar nada, ningún objeto que por descuido y malicia me haga recordarte, déjame estar a tu lado nuevamente, si tanto lo deseas, puedo hacer que sobre tu rostro se desvanezca el polvo del pasado y se acurruque el del futuro, que esos ojos, y tu sonrisas… Cada suspiro que me has dado se suprima con el viento que sopla hacia el olvido, tal vez pueda llegar a observar a través de tu carne, completamente iletrado a tu esencia, más sin embargo al final del cuento me sobraría el llanto y el dolor que no desea irse indócil a perderse junto conmigo, a evaporarse y desaparecer, y los pensamientos que inmolan mi fe… Y un temor creciendo cada vez más, un sueño entristecido, que te dilucida dándose cuenta de que a pesar del rechazo presente el dolor que siento será siempre mi acompañante
domingo, 2 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario